III Duatló de Cerdanyola

Cerdanyola era mi siguiente parada para hacer una duatlón. Seguía con las molestias en los empeines de los pies y no había entrenado todo lo que hubiese querido, pero tenía ganas de hacerla, se trataba de un buen circuito según me habían comentado y además Marc también la hacía.

Pero no contábamos con algo a lo que aquí en Barcelona no estamos muy acostumbrados... el mal tiempo. A mitad de semana las predicciones meteorológicas para el domingo eran malas, muy malas. De todas formas, como el tiempo cambia de un día para otro las esperanzas de que cambiara eran altas... Esperanzas que iban disminuyendo cada vez que se acercaba el día. Tal era la seguridad de que iba a llover, que el sábado por la tarde-noche había sopesado la idea de no ir, sobretodo por el miedo de que la pasaran a una cursa. Pero justo a tiempo leí que el duatlón se haría incluso si llovía. Se cambiaría un poco el circuito por temas de seguridad (quitando una bajada pronunciada que podría dar muchos problemas con la lluvia) y aumentando el número de vueltas a 3, para que cuadraran los kilómetros.

Así que me fui a la cama sabiendo que al día siguiente iría si o si al duatlón.

Otra vez más Susana no puede venir, sigue convaleciente de su operación, pasito a pasito iremos saliendo de esto, pero esta vez la dejo en buenas manos con nuestro sobri y su hermana. Como siempre me manda sus fuerzas y ánimos antes de salir para Cerdanyola.

Llego muy bien de tiempo y aparco cerca, el hecho de hacerlo en un polígono industrial ayuda a encontrar aparcamiento rápido, la lluvia me ha acompañado todo el camino y no parece que se vaya a ir, pese a que justo en el momento de llegar a boxes da una pequeña tregua. Se trata de un box largo y ancho perfecto para hacer las transiciones sin problemas.

Dejo la bici y decido dejar también chaqueta y guantes, tapándolo con una toalla. En ese preciso momento no lo sabía, pero os recomiendo tapar la ropa con una bólsa de plastico y no una toalla, ya leeréis el porque.

Mientras espero que lleguen Marc y Estefania, la pobre nos aguantará y animará toda la competición con la lluvia, saludo a varios fastters Dani y Jon, Albert, Dani Nafria, Edu, Eloi. Al poco rato llega Marc y deja su bici y vamos a resguardarnos a la carpa que han montado los organizadores puesto que la lluvia seguía cayendo sin arar.

Las féminas salen antes, así que Marc y yo aprovechamos para calentar un poco y ver a salida. ¡Como tiran estas chicas! ¡Espectaculares!

Y sin más dilación llega la hora de nuestra salida, Estefanía me manda los ánimos de Susana que le ha escrito al móvil, como siempre se agradecen de verdad.

Me siento motivado, no se porqué la lluvia siempre me ha dado ese punto más de motivación, cuando jugaba a fútbol recuerdo algunos de mis mejores partidos (si es que tuve alguno XD ) jugando con lluvia.

Así suena la bocina y comenzamos a correr, voy a buen ritmo, y la primera zona de asfalto se me hace corta y empieza la zona de tierra-barro. La lluvia ha dejado el terreno muy embarrado y resbaladizo y el hecho de llevar las On no ayudaba nada ya que se me metía el barro entre las amortiguaciones. Tampoco ayuda el hecho de que al estar tan atrás hace que muchos participantes hayan corrido por esa zona y no esté precisamente limpia, ¿pero quien dijo que sería fácil?

Entre resbalones, barro y lluvia completo la primera sección de running en 24:35, por debajo de 5 (últimamente me estoy acostumbrando a ello), y llego a la T1. Corro a por mi bici y tenía decidido ponerme el maillot que había dejado por si hacía frío, pero estaba empapado. La idea de dejarlo debajo de la toalla no fue buena, como sabréis las toallas no son impermeables :) , una simple bolsa de plástico me hubiese servido de protección.

De todas formas no tengo mucho frío y como llevo los manguitos (obsequio de la duatlón del Masnou) no veo que haga falta ponerme la chaqueta.

Cojo la bici y me dispongo a encarar el sector de ciclismo.

Complicado y divertido el sector de ciclismo, rodando con prudencia pero sintiéndome muy cómodo voy pasando los kilómetros. Adelanto más de lo que me adelantan (menos los pros, que me pasan como un rayo :) ) y mientras ruedo veo que Marc también va muy bien, nos damos ánimos mutuamente para seguir dándole caña.

Muy bien la organización en este sector, puestos en las zonas más complicadas y mandándonos frenar antes de llegar a un punto crítico. Hay que dar las gracias a todos esos voluntarios que aguantaron la lluvia para que pudiéramos hacer lo que más nos gusta.

Completo las tres vueltas al sector de bici en unos 35 minutos (siempre me olvido darle al lap al Garmin al salir con la bici y no se exactamente el tiempo) lo que implica casi unos 30km/h de media.

Encaro la T2, dejo mi bici, me pongo mis On y salgo corriendo, tengo los calcetines empapados y me cuesta empezar a correr, veo a Dani Nafria dejando su bici, le doy ánimos y sigo adelante.

A los pocos metros Dani me coge e iremos juntos durante todo lo que queda de running. Con mucho cuidado de nuevo con el barro, vamos charlando un poco, me pregunta por mi mujer, y hablamos un poco del Campeonato de España de Duatlón Paralímpico en el que participará justo el sábado siguiente. Y así entre pitos y flautas llegamos a la recta final, con un poco de desnivel que encaro dando el último esfuerzo. Y justo antes de la llegada estaba Estefania animando.

Se para el reloj en 1:16:03, haciendo la última sección en 13:32. Poco rato después llegó Marc, tal y como dice el sus compañeros y amigos frío y lluvia no pudieron con el.

Muy contento con el resultado y las sensaciones, pese a que sigo notando molestias en el empeine del pie.

Recojo los obsequios que da la organización, entre los que se encuentran un vino y un fuet, no hay camiseta, pero la verdad que la bolsa es muy completa y uno ya no sabe donde poner tanta camiseta.

Esta vez la primera llamada una vez acabada la duatlón no fue para Susana, me habían llamado del trabajo (estaba de guardias) y tuve que llamar deprisa y corriendo, y casi sin tiempo más que para despedirme de Marc y Estefania, ir a casa para poder solucionar el problema.

Nada más llegar a casa, recibo el beso de mi mujer y el abrazo de mi sobrino (y de mi cuñada ;-) , ¡creo que no puede haber mejor premio que ese!

¡Ahora vamos a por Vic!